El Kong en la ansiedad por separación
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Se oye hablar de la ansiedad por separación en perros desde hace ya varios años. También desde hace mucho se sabe que los juguetes Kong forman parte del tratamiento para mejorar la ansiedad por separación en perros. Sin embargo, se ha hablado y escrito tanto sobre esto, que se ha llegado a la desinformación.
Actualmente, mucha gente usa los Kongs de manera inapropiada. Algunos veterinarios lo recomiendan sin aportar las indicaciones correctas. El resultado es que la ansiedad por separación de nuestro perro puede llegar a empeorar en contra de nuestra intención y expectativa. Por este motivo, hoy vamos a contarte los errores más comunes en el uso del Kong. Además, por cada error, te ofrecemos una solución efectiva.
No olvides que la ansiedad por separación es un grave problema de comportamiento, no dudes en acudir a un especialista.
1.- No enseñar al perro a jugar con el Kong
Es cierto que muchos perros no van a necesitar que nadie les enseñe que la comida que se esconde dentro es accesible. La mayoría se lanzarán rápidamente a alcanzar el premio escondido. Sin embargo, algunos perros necesitarán que se lo pongan muy fácil antes de atreverse a intentar alcanzar lo que el Kong esconde. Los resultados de no enseñar a tu perro a jugar con él, serían un agravamiento de la ansiedad por separación.
Solución:
La primera vez que ofrezcas un Kong a tu perro, rellénalo hasta desbordar de algo que le guste comer y que se deslice fácilmente fuera del juguete. Procura que tenga hambre, que no haya comido recientemente. Se paciente y espera a que lo vacíe. Cuando lo haya vaciado por completo varios días seguidos, ve llenándolo cada vez menos. Más tarde empieza a sellar el Kong. A medida que le vaya resultando más fácil sacar la comida ve añadiendo complicación.
2.- Rellenar el Kong de una sola cosa
Cuando se usa el juguete Kong en la terapia para la ansiedad por separación, solemos usar parte de su ración de pienso para poder llenarlo al máximo. De este modo la distracción debería durar más tiempo para tu perro, sin aumentar su peso. Sin embargo, esto puede tener el efecto contrario: que nuestro perro se aburra o no tenga suficiente interés.
La finalidad del Kong en la ansiedad por separación es relajar y entretener al perro, al tiempo que le hacemos sentirse un héroe por lograr resolver un arduo problema. De este modo ganan en autoestima y seguridad. En casos puntuales puede ocurrir que con el tiempo el perro aprenda a “volcar” el Kong, por lo que la distracción se acabaría rápido. Esto casi nunca ocurre en un perro con ansiedad por separación ya que requiere un nivel de cognición que no se da cuando se sufre ansiedad.
Soluciones
Si el problema es la falta de interés por parte de tu perro deja unas golosinas justo al final del Kong. De este modo tu perro tiene que sacar todo el pienso antes de acceder a ese delicioso incentivo. O incluso usar alguna golosina larga que este sólo parcialmente introducida en el juguete.
Intercala entre el pienso otras cosas. Pueden ser snacks que no pasen fácilmente por la boca del Kong, de modo que solo salgan si el perro lo muerde y sirvan para ralentizar el juego.
También puedes rellenarlo con algún tipo de crema y meterlo al congelador un par de horas antes de dárselo. Este truco es especialmente bueno en verano pero es probable que ensucie mucho a casa.
Deja el Kong relleno de pienso sumergido en agua o algún jugoso caldo sin sal. Las bolitas se hincharán y será más difícil sacarlas. Además ayudarás a tu perro a cuidar su salud renal por el agua incluida. También ensucia mucho.
Cualquier truco que ralentice la salida del contenido del Kong será bueno. Ten cuidado con estas opciones porque algunas son de nivel avanzado. Si tu perro no está preparado puede estresarse y empeorar los síntomas.
3.- No sellar el Kong
El Kong tiene dos agujeros, uno muy pequeño en un extremo y uno más grande al otro. Por el pequeño será difícil que se escapen los snacks o el pienso que usemos, así que podemos despreocuparnos siempre que no empleemos líquidos. Sin embargo, el otro agujero es amplio y algunos perros desarrollan una gran habilidad para vaciarlos rápidamente. Es cierto que al principio es mejor no sellarlos, pero a medida que el perro se habitúa al juguete y va conociendo su mecánica debemos intentar ponérselo cada vez un poco más difícil.
Solución
Sellarlo con alguna pasta tipo quesito o paté. Algo que no pueda quitar mordiendo sino lamiendo… eso alargará el juego. Al principio usa una capa pequeña, incluso que asome al tacto el pienso, y hazla cada vez más gruesa.
4.- Vaciar nosotros el Kong
Una de las gracias del juguete Kong consiste en que nuestro perro debe resolver cómo obtener la comida en un juego fácil de resolver. Es decir, nuestro perro se siente todo un héroe cuando consigue algo que creía inalcanzable. Es una forma de darle un chute de autoestima y seguridad en sí mismo. Si nosotros le resolvemos el conflicto, esa inyección de cualidades desaparece.
Solución
Evita usar el Kong si tu perro está saciado, de modo que el interés le haga interactuar con el juguete. Se paciente, si sólo saca unas pocas bolitas y te mira, te llama, te llora… Únicamente mírale con una sonrisa y espera, sin hacer nada. Si no hay forma de que termine de vaciar el Kong, espera a que no te mire para retirarlo sin dejar rastro, y prueba con algo más apetitoso la próxima vez. NUNCA se lo vacíes tú y nunca permitas que te vea retirarlo mientras quede comida dentro.
5.- Que nos vea llenar el Kong
He aquí uno de los errores más graves en el uso del Kong para la ansiedad por separación en perros. Y es que el Kong debe tener un efecto de abstracción de las personas del entorno, concentración en lo que se hace y relajación a través de la mordida y la comida. Pero durante el tiempo en que nuestro perro sabe que se le va a ofrecer el juguete ocurre lo contrario. En vez de abstraerse de las personas del entorno está excesivamente pendiente de la persona que prepara el juguete. En vez de concentrarse en sus propias acciones, se concentra en las nuestras y puede generar conductas involuntarias para intentar acelerar la llegada del Kong. Se genera sobreexcitación por la expectativa generada y la relajación posterior sólo sirve, como mucho, para cubrir la sobreexictación inicial.
Solución
Ten el Kong siempre cerca de donde vayas a preparalo. Que no te vea trasladarlo por toda la casa. Prepáralo mientras el perro está distraído y no te ve. Puede ser, por ejemplo, mientras lo pasea otra persona, mientras come su comida o está realizando ejercicios lejos de ti.
6.- Usar el Kong siempre igual
Este es el segundo error grave que solemos cometer. Volvemos con el tema de la anticipación. Parte del tratamiento consiste en evitar que nuestro perro anticipe nuestras salidas. Si sólo le damos el Kong cuando salimos de casa, solo con cogerlo ya sabe que vamos a dejarlo solo. Desde el momento en que sabe que va a quedarse solo, empieza a ponerse ansioso.
Solución
Ponerle el Kong todos los días en horas distintas, tanto cuando nos vamos como cuando estamos en casa. Además, si usamos distintos juguetes rellenables, será más difícil que los asocie todos con la salida de casa.
Recuerda que el Kong es tan sólo una herramienta. Corregir una ansiedad por separación o cualquier otro problema de comportamiento requiere mucha paciencia, esfuerzo, dedicación e implicación por parte de quienes conviven con el perro.
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